14/11/2024 | Joe Beckford

Este artículo se basa en contenido publicado originalmente en nuestra plataforma asociada Seerist, una solución de análisis avanzado diseñada para profesionales de inteligencia en amenazas y riesgos. 

Control Risks ha incrementado la calificación de riesgo de seguridad para México de Media a Alta, subrayando los desafíos persistentes que enfrenta el sector privado en el país. Las actividades comerciales cotidianas exigirán medidas de seguridad reforzadas o especializadas. ¿Qué factores están impulsando este aumento en el nivel de riesgo? 

Un sexenio retador

Sheinbaum tomó posesión el 1 de octubre para suceder en el cargo al expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO, 2018-24); ambos son miembros del partido en el poder, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). La presidenta hereda una situación de seguridad que lleva años en declive. Desde que el expresidente Felipe Calderón (2006-12) “pateó el panal” en 2006 (ver mapa) al declararles la guerra a los grupos del crimen organizado y desplegar al ejército para combatirlos, estas organizaciones han aumentado la violencia y se han vuelto cada vez más sofisticadas con recursos técnicos, financieros y logísticos. 

La estrategia de seguridad de AMLO exacerbó los ya considerables niveles de violencia que él a su vez heredó. AMLO se concentró en las causas sociales del crimen (como lo ilustra su eslogan “abrazos, no balazos”) y la militarización de la seguridad pública mediante la Guardia Nacional. Bajo esta estrategia, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) siguió la pauta del Cártel de Sinaloa y se convirtió en una organización de gran tamaño, mientras los grupos pequeños crecieron y otros nuevos emergieron. 

Los nexos entre los grupos criminales y los políticos y fuerzas de seguridad en todos los niveles del gobierno complican la situación al fomentar la impunidad. Además, dadas las deficiencias institucionales crónicas de la policía y la falta de presencia policiaca local, sólo el 1% de los crímenes se procesan en México, según el Índice Global de Impunidad elaborado por el Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia (CESIJ). Como consecuencia, los grupos del crimen organizado han expandido sus operaciones al 81% de los municipios, y estados antes pacíficos se han convertido en campos de batalla. El resultado: el sexenio más violento de la historia moderna, con casi 200,000 homicidios (80% de ellos relacionados a los grupos criminales), 1,201 asesinatos por motivos políticos y probablemente más de 100,000 desaparecidos. 

Con base en lo anterior, la inseguridad presenta retos considerables y persistentes para las empresas. Control Risks les asigna un nivel de riesgo Alto a 17 de los 23 estados (ver mapa).

 

Aumento en la calificación de riesgo de seguridad en México

El panal 

La rentabilidad del tráfico de drogas y de personas ha aumentado en los últimos tres años, lo que ha intensificado la competencia entre los muchos grupos criminales que operan en México. Esto se ha visto impulsado por los siguientes factores: 

  • La facilidad y el bajo costo de la producción y el tráfico de fentanilo, así como sus altos precios y el rápido crecimiento de su demanda en Estados Unidos
  • Altos niveles de migración hacia Estados Unidos, que a su vez han aumentado las oportunidades para traficar y explotar financieramente a los migrantes
  • La explosión del ingreso obtenido por los grupos del crimen organizado por extorsionar a industrias legítimas como la minería y las ventas al menudeo

Las dinámicas criminales se han vuelto sumamente complejas: grupos rivales buscan controlar estados de alto valor para estas actividades. Esto con frecuencia provoca enfrentamientos, secuestros, bloqueos viales y ataques explosivos en áreas en disputa; muchos ocurren en estados de importancia estratégica para los negocios (como Baja California, el Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz). 

Aumento en la calificación de riesgo de seguridad en México

 

En primer plano del ahora enredado panorama criminal se encuentra la intensa disputa territorial entre los dos grupos del crimen organizado dominantes a nivel nacional: el Cártel de Sinaloa y el CJNG. La violencia entre ellos se ha expandido a casi todo el país. El CJNG opera en 28 estados y el Cártel de Sinaloa en 24, con puntos relevantes de disputa (18 estados). Sus campos principales de batalla son los estados de Chiapas, Baja California, Zacatecas, el Estado de México, Quintana Roo y Guerrero. Su rivalidad es igualada por varias otras disputas territoriales (ver mapa) que contribuyen a los altos niveles de violencia en el país. 

Además de los enfrentamientos entre grupos criminales, el deterioro del entorno de seguridad de México se ve impulsado por el aumento de sus conflictos internos. El caso más notorio es la guerra entre facciones rivales del Cártel de Sinaloa. Los Chapitos, la facción liderada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera (alias “El Chapo”) y los Mayos, liderada por Ismael Zambada García (alias “El Mayo”), libraban entre sí una guerra parcialmente “fría” hasta hace unos meses. Su conflicto llegó a un punto de estallido el 25 de julio, cuando Los Chapitos secuestraron y entregaron a Zambada a agencias estadounidenses. Desde entonces, la violencia entre las facciones se ha desatado a lo largo del estado de Sinaloa, lo que ha paralizado las operaciones diarias de negocios (particularmente en su capital Culiacán). Esta situación es un ejemplo extremo, pero claro, de cómo la inseguridad impacta a las empresas en México. 

¿Optimismo precavido? 

La estrategia de Sheinbaum conserva muchos elementos de la de su antecesor, aunque también con notables diferencias. Éstas aumentan la probabilidad de que el entorno de seguridad presente al menos algunas mejoras sustanciales: 

  • Hay objetivos claros para reducir los homicidios y la extorsión, lo que le dará dirección a esta estrategia y fortalecerá la rendición de cuentas.
  • La estrategia se concentra en estados de alta actividad de grupos criminales y que aumentan los niveles de violencia nacionales. Esto en cierta medida revertirá el enfoque completamente reactivo de AMLO, que atenuaba la flama sin nunca apagarla.
  • Hay un nuevo enfoque en mejorar las capacidades institucionales en los niveles estatal y municipal. Principalmente busca aumentar la inteligencia para debilitar a los grupos del crimen organizado, sobre todo financieramente.
  • También pretende profesionalizar a las policías estatales y municipales e incrementar la coordinación y el intercambio de inteligencia entre los niveles estatal y federal. Este objetivo es realista, dado que Morena gobierna dos tercios de los estados mexicanos.

Adicionalmente, el secretario de seguridad Omar García Harfuch tiene sólidos antecedentes dado su puesto anterior a cargo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México (2018-24). En dicho periodo, se redujeron los homicidios y otros crímenes (como la extorsión y el robo con violencia) en la ciudad. Su estrategia refleja mucho de lo anteriormente descrito y se ha rodeado de un equipo capacitado para lograr estos objetivos. Además, dada su ambición política, probablemente tome su posición como potencial plataforma para lanzar una candidatura presidencial más adelante. Sin embargo, será mucho más difícil para él obtener resultados a nivel nacional que en la Ciudad de México dada la variedad de dinámicas criminales en cada estado. Conjuntamente, aún hay deficiencias institucionales inherentes. Las fuerzas de seguridad suelen no contar con el entrenamiento y el equipo suficientes, y frecuentemente están involucradas en actos de corrupción.

Implicaciones para las empresas

Uno de los factores principales que impulsaron el cambio del nivel de riesgo es el comportamiento más depredador de los grupos criminales hacia el sector privado. No sólo demuestran tener la intención de atacar a negocios legítimos mediante extorsión o robo de carga, sino que también tienen la sofisticación para hacerlo, por lo que sectores estratégicos seguirán viéndose afectados por crímenes cometidos abiertamente. 

Como resultado, los siguientes riesgos han aumentado en los últimos 12 meses: 

  • Extorsión, cuyo incremento ha sido significativo. Los sectores más afectados son el minero, el agricultor y el de bebidas.
  • Robo de carga, que se ha disparado. Este crimen conlleva retos operativos y de seguridad considerables, particularmente para las empresas manufactureras, mineras y de logística.
  • Robo de combustible (llamado huachicoleo). Se ha generalizado y le causa pérdidas financieras considerables al sector energético.
  • Robo de vehículo a mano armada, particularmente de camionetas y camiones. Este crimen constituye una amenaza significativa de seguridad en los puntos más violentos.

Como resultado, el 60% de las empresas que operan en México se sienten algo o muy afectadas por el crimen, según una encuesta realizada en 2023 por la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham). Con frecuencia, no pueden depender de las fuerzas de seguridad para garantizar la seguridad de su personal y sus activos ante las amenazas anteriormente enumeradas (y otras). La AmCham reporta que el 58% de las empresas invierten entre el 2% y el 10% de sus presupuestos anuales en medidas de seguridad para enfrentar estas retadoras condiciones. 

Aumento en la calificación de riesgo de seguridad en México

 

Si no ocurre ningún cambio drástico, el nivel de seguridad para México se mantendrá Alto durante el resto de 2024 y en 2025. Dicho lo anterior, Control Risks seguirá monitoreando cuidadosamente el impacto de la estrategia de Sheinbaum y Harfuch. Una reducción significativa en homicidios, extorsión e inseguridad vial regresaría el nivel de riesgo a Medio, pero hay obstáculos en el camino y la situación probablemente empeore antes de mejorar. 

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